En tiempos en los que los datos de empleo eran buenos (si es
que tasas de paro cercanas al 10% podían considerarse un buen dato) era
relativamente fácil encontrar un trabajo a partir de estos portales si uno no
era muy escrupuloso, porque hemos de reconocer que las condiciones laborales en
España nunca han sido para tirar cohetes, por mucho que desde Bruselas y el FMI
nos inviten a bajar salarios, como si hace cinco años todos tuviéramos nóminas
de 2000 euros.
Obviamente, con la actual crisis el panorama ha cambiado, y
lo ha hecho de tal forma que muchos parados se cuestionan la utilidad de estos
portales. No es que no existan ofertas, que las hay aunque con un número
inferior respecto hace unos años, pero los métodos utilizados tanto por los
portales como las empresas dejan mucho que desear.
En primer lugar hay muchas empresas que ponen una oferta y
la dejan, aparentemente, a su suerte. Es decir, el interesado se inscribe y su candidatura
pasa a un estado de hibernación perpetuo.
Parece que para la empresa no pase el tiempo, se inscriben cientos y
cientos de candidatos pero apenas hay movimiento. En webs como Infojobs podemos
seguir el proceso directamente, nos inscribimos y en el mejor de los casos la
única noticia que tenemos es que “la empresa ha estado gestionando CV”. Gestión
que en la mayoría de los casos es la de descartar unos cuantos CV y dejar la
oferta en el limbo.
Por supuesto, es comprensible que la empresa no lea 1500 currículums,
pero ¿qué les cuesta cerrar el proceso después de un tiempo prudencial?
Por no hablar de las empresas que tienen la gentileza de
cerrar el proceso una vez se supone que han encontrado al candidato ideal, para
días después volver a subirla, en un proceso que se repite una y otra vez
durante meses. No hace falta ser mal pensado para sospechar que el interés de
estas empresas no es precisamente el de contratar personal. Dejo que cada uno elabore su propia teoría.
En otros portales como Infoempleo, en la mayoría de sus ofertas,
ni siquiera se dignan a realizar cambios en las candidaturas, la única señal
que recibimos sobre la oferta es que si nos metemos medio año después y no hay
ningún cambio, debemos sospechar que no cuentan con nosotros…
Los portales se excusan alegando que ellos son meros canales
transmisores, que la responsabilidad es de la empresa. Pero dice mucho de sus
políticas que permitan que miles de personas, que confían y les visitan a
diario intentando encontrar un trabajo, tengan la sensación de que sólo sean un
número y que no hay nadie que exija unos mínimos de cortesía por parte de las
empresas.
En próximas entradas analizaremos algunas de las auténticas
ofertas basura (rozando la estafa) que moran por estos portales de empleo, sin
que nadie haga nada, aparte de recibir el dinero por el anuncio de la oferta
por supuesto.
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