La ola de privatizaciones llega hasta el FOGASA

miércoles, 29 de mayo de 2013

Con el Gobierno metiendo mano a la sanidad, dificultando el acceso a la educación universitaria, y hasta pensando en abrir las puertas de los centros penitenciarios para que la empresa privada siga haciendo negocio a expensas de lo que costó sangre sudor y lágrimas a generaciones de españoles, lo raro es que no hicieran presa en servicios y organismos  con un funcionamiento renqueante.

Estamos hablando, por supuesto, del FOGASA. Puesto que con total seguridad el lector de este blog habrá llegado a él a través de la búsqueda sobre información sobre por qué no ha cobrado todavía después de meses de espera, no hará falta que nos explayemos sobre  cuál es la problemática. Simplemente la resumiremos en que  el FOGASA paga mal (gracias al recorte del año pasado en los límites que abona en salarios e indemnizaciones) y tarde (según la ley debería resolver en tres meses y en ciertas comunidades autónomas ya están dando previsiones de 15-18 meses). Es tal el caos reinante que el año pasado trabajadores  valencianos presentaron una demanda al FOGASApor impago, reclamando la deuda y los intereses por retraso.

Ante tal esperanzadoras noticias hace unas semanas supimos de las intenciones del Gobierno de privatizar el FOGASA,  para en su opinión, mejorar los tiempos de espera.  Por supuesto los detalles son escasos, aunque en próximas entradas los comentaremos porque también tienen miga, así tendremos que esperar hasta septiembre para ver con qué nos sorprenden.

Habría que preguntarse qué se ha hecho desde la administración desde hace dos años en los que los expedientes comenzaron a amontonarse de forma peligrosa sobre las mesas de los desbordados funcionarios del FOGASA.  Dudo que puedan argumentar que no lo vieron venir, habida cuenta de que la crisis llegó para quedarse con nosotros hace más de cinco años. Tampoco creo que defiendan la parálisis en su actuación frente al problema defendiendo que hay que recortar personal, cuando siguen existiendo empresas públicas y organismos sin ninguna utilidad real mientras cientos de miles de parados esperan día a día con angustia que les llegue su dinero.

Es curioso que para las medidas que implican recortes en los derechos de los trabajadores se den mucha más prisa, como el fulminante recorte en las prestaciones que cubre el FOGASA que comentábamos anteriormente, aprobado de un día para otro.

Llegados a este punto uno no puede evitar plantearse que la técnica del PP que tantas veces hemos escuchado sea totalmente cierta. Se tiende a pensar que un Gobierno no puede ser tan mezquino, pero al final los hechos hablan por sí solos. La técnica no es otra que, simplemente, dejar morir, lentamente, el servicio a privatizar. Asfixiarlo, hasta que se llega un límite en que no queda más remedio que rescatarlo, a través de manos privadas, ante la evidencia de que la gestión pública lo ha llevado hasta donde está.

 Es lo que se dice en términos coloquiales tener más cara que espalda, pero con la gravedad añadida de que se juega con el pan de los parados, cuyo único delito ha sido trabajar y ver cómo les dejaban a deber dinero ganado dignamente. Y además para que tengan algo en qué pensar se les pisotea un poco más, diciéndoles que van a tener que vivir del aire de 15 a 18 meses.

2 comentarios

  1. Bueno, pero algo se tendra que hacer para solucionar los retrasos no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro anónimo, se pueden hacer varias cosas. En la última entrada ("Qué nos traerá la privatización del FOGASA") verás algunas propuestas:

      "¿No hubiera sido mejor dedicar los suficientes recursos para atajar la situación antes del atasco de expedientes? Opciones no faltaban, desde interinos, OPE en condiciones, trasladar expedientes hasta provincias menos saturadas o hasta recolocar a personal de empresas públicas que han dejado de tener sentido en una época de crisis."

      Pero me temo que lo sencillo y rentable (para algunos)es privatizar.

      Saludos

      Eliminar

 

Lo más leído